Sintomas y tratamientos para artrosis de cadera

bursitis de cadera

Descubre cómo el Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF) está revolucionando el manejo de la artrosis de cadera.

Comprendiendo la artrosis de cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad articular degenerativa, caracterizada por el desgaste progresivo del cartílago que recubre las superficies de la articulación. Aunque su aparición es multifactorial y no se atribuye a una única causa, se han identificado diversos elementos que incrementan el riesgo de padecerla.

Un factor primordial es la predisposición genética. Ciertas personas pueden heredar una mayor susceptibilidad al deterioro del cartílago, lo que acelera su desgaste. El envejecimiento es otro componente crucial; con el paso de los años, las articulaciones, incluyendo la cadera, sufren un proceso de deterioro natural e inevitable.

Las lesiones previas en la cadera, como traumatismos directos, fracturas que hayan comprometido la articulación, o incluso cirugías anteriores, pueden alterar la biomecánica normal de la cadera. Esta alteración puede precipitar o acelerar el desarrollo de la artrosis, manifestándose incluso años después del incidente original.

El sobrepeso y la obesidad representan un factor de riesgo significativo. El exceso de peso corporal impone una carga mecánica adicional y constante sobre la articulación de la cadera, lo que intensifica el desgaste del cartílago. 

Las anomalías estructurales o del desarrollo, como la displasia congénita de cadera (donde la articulación no se forma correctamente) u otras deformidades óseas, pueden causar una distribución anormal de las cargas. Esta mala alineación somete a ciertas áreas del cartílago a un estrés excesivo, conduciendo a un desgaste acelerado.

Identificando los síntomas

Los síntomas de la artrosis de cadera suelen desarrollarse de manera insidiosa y progresiva, empeorando gradualmente con el tiempo. La intensidad y presentación de estos síntomas pueden variar considerablemente entre los individuos afectados.

El dolor articular es, con frecuencia, el síntoma principal y más incapacitante. Típicamente, este dolor se localiza en la región de la ingle.

La rigidez articular es otro síntoma común, especialmente notoria por las mañanas al despertar o después de periodos prolongados de inactividad, como permanecer sentado durante mucho tiempo.

La limitación del movimiento es una consecuencia directa de la progresión de la artrosis. Los pacientes pueden experimentar una dificultad creciente para realizar actividades cotidianas que antes eran sencillas, como caminar distancias moderadas, agacharse, atarse los zapatos, subir o bajar escaleras, o entrar y salir de un vehículo..

Tratamiento con PRGF

El Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF) representa una terapia biológica avanzada y regenerativa. Este tratamiento utiliza los propios recursos curativos del paciente, concentrados a partir de su sangre, con el objetivo de estimular la reparación de los tejidos dañados en la cadera, reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado a la artrosis.

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¿Qué es exactamente el PRGF?

PRGF son las siglas de Plasma Rico en Factores de Crecimiento. Se trata de una preparación autóloga, lo que significa que se obtiene del propio paciente, eliminando así cualquier riesgo de rechazo o transmisión de enfermedades. El proceso se inicia con la extracción de una pequeña cantidad de sangre del paciente, similar a la necesaria para un análisis de sangre rutinario.

Beneficios clave del PRGF en la artrosis de cadera

La aplicación de PRGF en la articulación de la cadera afectada por artrosis ofrece múltiples beneficios potenciales, enfocados en mejorar los síntomas y la función articular. Uno de los efectos más destacados es la reducción significativa del dolor y la inflamación. Los factores de crecimiento liberados tienen propiedades antiinflamatorias y pueden modular la cascada inflamatoria dentro de la articulación.

Se postula también una estimulación de la regeneración del cartílago articular. Aunque la regeneración completa de un cartílago severamente dañado es un desafío complejo, se cree que el PRGF puede crear un ambiente biológico más favorable, estimulando a los condrocitos (células del cartílago) y atrayendo células madre para que produzcan componentes de la matriz cartilaginosa, o al menos frenando su proceso degenerativo.

Como resultado de la disminución del dolor y la mejora biológica, los pacientes suelen experimentar una mejora en la movilidad y, por consiguiente, en su calidad de vida, lo que les permite retomar actividades diarias con mayor facilidad.

El PRGF es un tratamiento mínimamente invasivo y ambulatorio. Se administra mediante una inyección intraarticular, a menudo guiada por ecografía para asegurar una colocación precisa. Al ser un producto autólogo, los riesgos de reacciones alérgicas o transmisión de enfermedades son prácticamente nulos, lo que lo convierte en un procedimiento muy seguro.

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